El beso azul

                                                                                                              22 del mes nueve- año. 07



Andaba guardando en la bolsa izquierda de mi pantalón, un beso, nomás por si un día te encontraba y te lo podía entregar, el ruido a menudo no deja, hace que el beso se atemorice y se esconda entre la bastilla y mi sexo, a veces alcanzaba asomar y se sonrojaba el pobre. Un día, cuando ya 22 abrazos y nueve pasos me acercaron a la soledad contigo, lo saqué, y el se puso tan azul de la emoción que lo confundimos con el cielo. húmedo el beso no podía disimular su origen, así que volamos un poco, nos metimos en su cuerpo, en sus entrañas llenas de agua, nadamos en su aroma etílico, en su desvelado andar, no pudo esconderse mas y nos dimos cuenta que no era el cielo, ese precioso beso azul, no era sino un enorme y profundo sueño de mar.