Presente

                                                                                                                        Viernes 4, abril, 08


Cuando don fulanito se paro frente a la tristeza, la miró con esa ternura capaz de redimir a un santo, entonces, se vistió de blanco abarcándole completa el llanto, lo bebió sorbo a sorbo y le dibujo en los labios un sonrisa honesta, le besó el cuello intencionadamente impregnándole de amor cada poro de su piel usada, la tristeza empezó a reír y llorar como loca, siempre supo como hacerlo, pero no había dios capaz de aventarle miradas que la hicieran sonrojar, aunque este, luego de una corta terapia tan lejana como a mil años luz, se dio la vuelta y se convirtió inmediatamente en la eternidad fantasmal de su presente.